En el auto, el magistrado Juan Emilio Vilá Mayo decretó la apertura del juicio oral contra el FC Barcelona por dos delitos contra la Hacienda Pública, aunque en la vista únicamente se deberá ratificar el acuerdo alcanzado entre los acusados, la Fiscalía y la Abogacía del Estado.
El Barça deberá reconocer "haber cometido un delito contra la Hacienda Pública en el ejercicio de 2011 y otro en el de 2013", por los que ha aceptado pagar una multa de 1.440.000 euros por el primero y de 4.071.000 por el segundo, que se suman a los ya depositados en el juzgado como responsabilidad civil por el fraude.
El auto emitido por la Audiencia Nacional señalaba que "parece obvio" que tanto el club como el futbolista y su padre "incumplieron las obligaciones estatuariamente impuestas por los estatutos de la FIFA para la contratación de jugadores".
Sin embargo, el juez no ve delito en su traspaso.
Según el fondo de inversiones, los directivos deportivos del Santos y del Barcelona, junto a Neymar y su padre, garantizaron el fichaje en 2011 a cambio de 40 millones de euros, pero oficialmente se declararon 17,7 millones.
El fondo de inversiones se consideraba "estafado" por no haber cobrado el dinero que le correspondía.
Según la conclusión de la Audiencia nacional, el fichaje de Neymar no afectó a la libre competencia entre clubes y descarta que se pueda perseguir penalmente a los actores implicados por la comisión de un delito de estafa.