Los agentes salieron del hospital el viernes por la tarde, según el medio, que no precisa la suerte de los civiles heridos.
El tiroteo que acabó con la vida de cinco policías y dejó heridos a otros siete se produjo en la tarde del jueves durante una protesta en Dallas por la muerte de dos afroamericanos a manos de agentes del orden en los estados de Minnesota y Luisiana.
En el ataque también resultaron heridos varios transeúntes.
El atacante fue abatido por la policía tras horas de frustradas negociaciones e identificado posteriormente como Micah Xavier Johnson, de 25 años y residente en Dallas.
Se trata del incidente más sangriento para las fuerzas de seguridad estadounidenses desde los atentados del 11 de septiembre de 2011.