Brasil "es un país pacífico, pero no es un país desarmado. Sabemos defendernos y contratacar", dijo.
"Si alguien nos desafía responderemos de forma incansable e implacable", prometió el ministro, que en los últimos días se ha pronunciado varias veces públicamente para remarcar que el esquema se seguridad diseñado para los Juegos está funcionando a la perfección.
Jungmann ha hecho estas declaraciones durante una visita este viernes a la sede de la Brigada de Infantería Paracaidista, en Río de Janeiro, donde se entrenan 2.400 hombres, preparados para desplazarse a cualquier punto del territorio nacional en caso de emergencia.
Este efectivo es una pequeña parte del total que las Fuerzas Armadas movilizarán durante los Juegos; unos 22.000 hombres que este mismo sábado ya empezarán a tomar contacto con las principales vías de comunicación de la ciudad.
En total, el esquema de seguridad previsto para los Juegos Olímpicos contempla a 85.000 agentes, entre miembros del Ejército, la Marina y la Policía Militar, siendo el mayor en la historia de este evento deportivo.