En el país suramericano también se está recurriendo al instrumento democrático de la participación directa para definir cuestiones como la minería a cielo abierto e, incluso, la posibilidad de revalidación popular del pacto de paz alcanzado entre las FARC y el Gobierno.
El referéndum es una herramienta democrática que brinda la posibilidad de otorgar una mayor participación popular más allá de una estructura tradicional de democracia representativa, que implica que la gente gobierna solo a través de sus representantes. Por lo general, las decisiones que se definen con estos mecanismos no son vinculantes. "Es un instrumento contemplado para resolver problemas que no pueden ser abordados por los poderes formales. Si se pudiera resolver de ese modo, no terminaría en la consulta popular. El Gobierno no está obligado a hacer lo que se votó en la consulta. Sin embargo, dependiendo del apoyo que haya recibido la propuesta, establece un panorama diferente. Los gobiernos tendrán más o menos presiones para adoptar medidas que resuelvan una cuestión si la opinión popular se impuso por amplia diferencia. Será muy difícil que un Gobierno haga caso omiso de la voluntad popular", dijo en diálogo con Sputnik el titular del Centro de Estudios de Opinión Pública, Roberto Bacman.
Cuando el resultado de la votación es muy ajustado, los gobiernos pueden atravesar un período de debilidad de legitimación. Es el caso del Brexit, en el que la opción por abandonar la UE se impuso por el 51,9% al 48,1%. "Este resultado obligó a la renuncia del primer ministro, David Cameron. Los británicos se encontraron ante el problema de un bloqueo político. Ahora, este dilema tiene que ser resuelto parlamentariamente. Un asunto que dividió notablemente a la población agrega un nuevo problema político, que es elegir un nuevo Gobierno", analizó Bacman.
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El sociólogo y académico de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), Alberto Mayol, relató a Sputnik: "estos recursos son denostados cuando las principales potencias no han aprendido a utilizarlos, pero se transforman en legítimos cuando se vuelven necesarios. Hoy en día, las grandes potencias necesitan de estos instrumentos, porque la capacidad de integración política que tienen los partidos es tan baja que saben que la única forma de legitimar sus decisiones es pasando por una consulta general. Los gobiernos, por lo general, si tienen la capacidad para tomar decisiones por cuenta propia no recurren a consultas populares, simplemente lo hacen", concluyó.