El nuevo microcontrolador de 32 bits servirá como 'centro cerebral' de una gran cantidad de máquinas diferentes. El circuito garantizará el funcionamiento de los dispositivos, bien controlados por el hombre o completamente autónomos.
Además, los mismos componentes se utilizan en otros proyectos de robótica rusa, tanto en los robots civiles en desarrollo como en los robots de combate ya probados por el Ejército ruso.
El chip tiene una productividad de hasta 125 MIPS —millones de instrucciones por segundo—, lo que corresponde al nivel actual de sus análogos extranjeros. A corto plazo, el consorcio prevé fabricar unos 100.000 procesadores al año.
Aparte de los robots, este tipo de controladores, según dicen sus desarrolladores, también puede ser utilizado en los sistemas de control de electromotores, transmisiones eléctricas de diferentes medios de transporte, incluso de buques y, además, en la construcción de maquinaria industrial, así como en el campo de la medicina.