La operación tendrá lugar cada día antes del inicio de la competición y sería la respuesta a las quejas de muchos regatistas, que habían expresado públicamente su preocupación de que la basura que flota en la bahía interfiera en la trayectoria de los barcos comprometiendo sus resultados.
También podría haber barreras flotantes físicas, para evitar que la basura llegue al campo de regatas, y es probable que se realicen entrenamientos de higiene para los atletas y sus equipos, según explicó el presidente de World Sailing, Andy Hunt, en declaraciones a O Globo.
La bahía recibe una media de 90 toneladas de basura al día y aunque las autoridades prometieron que para los Juegos estaría limpia en un 80 por ciento a día de hoy apenas se perciben avances.