"Podemos constatar que al renunciar a la cooperación con Moscú en Afganistán, la Alianza hace empeorar seriamente la situación en ese país", dijo Grushkó en una entrevista concedida al diario ruso Kommersant.
El diplomático recordó que gracias al Consejo Rusia-OTAN se ejecutó el proyecto de lucha antidroga más importante a escala internacional: las partes prepararon a 4.000 agentes antidroga para Afganistán, Pakistán y varios países de Asia Central.
"Asimismo preparamos conjuntamente a técnicos afganos que repararían helicópteros soviéticos y rusos utilizados por la Fuerza Aérea afgana para controlar el territorio del país", apuntó Grushkó.
El embajador ruso advirtió que el cese de esta cooperación afecta no solo a Afganistán, sino también perjudica la seguridad en Europa.
"Los europeos sufren del flujo de drogas y de la inmigración incontrolada proveniente de Afganistán y otros países de la región", señaló el representante permanente de Rusia ante la OTAN.