"España trata de mostrarse ante los Estados Unidos y la OTAN como un buen alumno aventajado, su papel es de subalterno frente al imperio estadounidense, que es el gran amo. Obama viene a España a felicitar y dar unas palmadas en la espalda al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy", asegura Montoya.
"Uno de los grandes temas a tratar entre Obama y Rajoy es la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea", adelanta el analista Roberto Montoya. A su modo de ver, más allá del 'brexit', las principales preocupaciones de Obama en lo concerniente a España tienen que ver con asuntos de "índole estratégica relativos a la seguridad militar".
El líder de EEUU llegará a suelo español tras la celebración de una importante reunión de la OTAN en Varsovia, en la que está prevista la aprobación de un despliegue de cuatro batallones de más de 800 soldados en territorios del este europeo.
"La OTAN se está reformando y es cada vez más un gendarme mundial con ámbitos de actuación a nivel global", explica Montoya. Por ello, prosigue, "no es causal que Obama vaya a visitar una de las grandes bases militares de uso conjunto hispano-estadounidense".
"El hecho de que España hoy en día sea el país que asume el mando de unas fuerzas de intervención rápida de 5000 hombres cuyas maniobras se han centrado en la simulación de una intervención en el centro de Europa no es casual", explica el analista, en referencia a unos ejercicios militares acontecidos el pasado mes de mayo en Polonia.
Montoya cree que las recientes actuaciones de la OTAN demuestra que "tiene los ojos puestos en Ucrania". Según anticipa este analista, España saldrá de la cumbre de Varsovia con el compromiso de hacer un aporte al despliegue de soldados de la alianza en territorios del este europeo como Lituania, Estonia, Polonia y Lituania.
"España es importante para EEUU por su cercanía al norte de África y el Magreb", apunta el analista. Además, añade, aunque poca gente lo sabe, "también es un lugar de gran relevancia para las 'grandes orejas' del espionaje masivo estadounidense".
A pesar del peso estratégico de España en la política de seguridad estadounidense, la última visita de un presidente de EEUU a suelo español se produjo hace 15 años, cuando George W. Bush mantuvo un encuentro con José María Aznar en 2001.
A ojos del analista Roberto Montoya, el paso de Obama por España se enmarca dentro de un conjunto de actividades relacionadas con la política exterior —como la visita a Cuba o a Vietnam— para tratar de dejar "algo parecido a un legado reconocible" con el objetivo de paliar las carencias y promesas incumplidas de su administración.