Por cada policía muerto otras 25 personas perdieron la vida, recuerda la ONG, que considera que la proporción es alarmante y denota que las ejecuciones extrajudiciales son "bastante comunes" en el Estado de Río de Janeiro.
New @hrw report shows how police killings in Rio undermine safety for all #Olympics #Brazil https://t.co/SJEazGPWrK pic.twitter.com/RYkZWXjOQ8
— EmmaDaly (@EmmaDaly) 7 de julio de 2016
"El número de muertos por acción policial es mucho mayor que el número de bajas de la policía, haciendo que sea difícil creer que todas esas muertes ocurrieron en situaciones en que la Policía estaba siendo atacada", cita el informe presentado este jueves.
Las cifras en el estado de Río de Janeiro son muy superiores a las de otras regiones del mundo: el doble que en Sudáfrica, por ejemplo, donde murieron 11 civiles por cada policía, y casi el triple que en los EEUU, donde hubo una media de nueve personas muertas por cada policía asesinado.
Rio pledged to improve public security for Olympics, but police executions persist https://t.co/R2XdtcqtsP pic.twitter.com/svNumBV02P
— Andrew Stroehlein (@astroehlein) 7 de julio de 2016
El informe apunta como causas de la alta letalidad de la Policía de Río la precariedad laboral, el estrés al que son sometidos los agentes, unos entrenamientos insuficientes para gestionar el uso de la fuerza y sobre todo una cultura policial que estimula la violencia.
"Mi experiencia inicial como policía fue la de matar bandidos: es lo que se me exigía como un buen resultado por parte de mis superiores, la cultura en el cuartel era esa, la de la muerte; en tono de broma, al final del día de trabajo me preguntaban ¿detuviste a alguien, mataste a alguien?", explica en el informe un policía identificado con el pseudónimo de Danilo.
Brazil: Extrajudicial Executions Undercut Rio Security https://t.co/0hN7ggwqrH
— Human Rights Watch (@hrw) 7 de julio de 2016
Para la ONG lo más preocupante, al margen de las muertes, es la impunidad con la que se producen: de 64 casos de muertes en contexto de operaciones policiales tan solo se halló evidencias de que la Policía civil había investigado las circunstancias en 14 casos.
Human Rights Watch también lamenta que el Ministerio Público no sea más incisivo a la hora de controlar el trabajo de los policías, ya que un pequeño número de cuarteles y policías son responsables por la gran mayoría de muertes, sin que esto tenga como consecuencia un análisis más minucioso de los casos, apunta el texto.
Finalmente la ONG recuerda que los policías son también víctimas de la propia violencia que generan: a los daños psicológicos se unen las represalias que los compañeros pueden sufrir en caso de que no estén de acuerdo en encubrir un crimen, y además se alimenta una cultura de guerra dañina para todas las partes.
"Las ejecuciones extrajudiciales aumentan ese miedo exponencialmente, incitando a la dinámica de "matar o morir", según la cual los delincuentes son más propensos a disparar de que a rendirse", dice el informe.
Otras ONG internacionales, como Amnistía Internacional, también están aprovechando el macroevento deportivo para llamar la atención sobre uno de los problemas endémicos de Río; recientemente lanzó la campaña "La violencia no forma parte de este juego" para alertar de la violencia policial.