
Con esta acción se está develando el golpe de Estado en proceso en Venezuela, promovido por fuerzas nacionales e internacionales, que en esta ocasión actúa en el terreno electoral generando falsas expectativas en su militancia, agregó Mogollón.
La diputada del GPP, Tania Díaz, acompañó a los demandantes e instó a los opositores a observar que son blanco de un engaño.
Díaz afirmó que "entre los firmantes hay muchos que son militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)", el principal partido del GPP y al que pertenece el presidente Maduro.
El referendo es un mecanismo constitucional que se ha convertido en "la válvula de escape para evitar un estallido social", advirtió Capriles.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) tendrá que haber certificado para el 26 de julio al menos 200.000 firmas de las 1,3 millones que recolectó la MUD y que fueron aprobadas en una primera revisión del organismo electoral.
Una vez dado este paso, el CNE deberá habilitar a los opositores para que intenten alcanzar el siguiente requisito, reunir 20 por ciento de las voluntades del padrón electoral.
Si el referendo se celebra este año y hay suficientes votos a favor del cese de Maduro, tendrán que convocarse elecciones presidenciales.
Si lo mismo ocurre el año próximo, el mandatario dejará el cargo, pero quedará en su lugar el vicepresidente.