Las maniobras empezarán el 5 de julio y se alargarán hasta el 11 de julio, según un comunicado oficial de la Administración de Seguridad Marítima.
Los ejercicios militares son la última evidencia de que Pekín ha afilado su discurso después de que el tribunal anunciase la semana pasada que emitirá su veredicto el próximo día 12.
Los expertos vaticinan que la decisión recogerá las reclamaciones de Filipinas y será contraria a Pekín.
Xi Jinping, presidente chino, aclaró en el reciente aniversario del Partido Comunista de China que su país tomará acciones resueltas para defender sus derechos territoriales.
El tribunal no decidirá sobre las islas Paracelso, pero el movimiento chino es interpretado como una muestra de fuerza en las aguas.
"Desplegar fuerzas militares en el mar de la China Meridional permite dar una imagen potente sin elevar las tensiones. Esa demostración de fuerzas está probablemente destinada a tranquilizar a las audiencias internas asegurando que Pekín no recula con la presión internacional", señala el experto al diario hongkonés South China Morning Post.
"Es también una señal a Estados Unidos y la ASEAN de la resolución china de aumentar su presencia militar a pesar del veredicto", añade el experto, que considera la medida menos hostil que seguir levantando islas artificiales o crear una zona aérea de identificación.
Expertos chinos como Zhu Feng, analista de relaciones internacionales de la Universidad de Nanjing, consideran que las maniobras también son una protesta ante el reciente despliegue de tres destructores estadounidenses en la zona.