El medio informó que los atacantes visitaron el aeropuerto antes para planear el crimen.
Sin embargo, sus planes para la toma de rehenes se vieron truncados, después de provocar las sospechas de uno de los policías por las chaquetas que llevaban puestas en pleno verano: el agente les pidió los documentos de identidad y los terroristas abrieron fuego de fusiles automáticos y se hicieron explotar.
Antes los medios turcos informaron citando una fuente de la Fiscalía que el atentado fue realizado por suicidas de la república rusa de Daguestán, Kirguistán y Uzbekistán, que planearon el ataque en un apartamento alquilado en el distrito de Fatih de Estambul.
El 28 de junio tres bombas estallaron en la entrada, salida y el aparcamiento de la terminal internacional del aeropuerto Ataturk de Estambul.
Según los últimos datos, 44 personas murieron y más de 230 resultaron heridas.