La iniciativa fue formulada en la reunión de un panel de expertos del Ministerio de Ciencia japonés que abordó el viernes las perspectivas de exploración en aguas profundas.
Las fechas estimadas y el presupuesto del proyecto no han trascendido a la prensa.
También recomendaron desarrollar nuevas tecnologías para explorar los recursos y realizar obras de excavación a una profundidad de hasta 3.000 metros sin perjuicio para el medio ambiente.
Hace 27 años, Japón construyó un sumergible tripulado que puede descender a una profundidad de 6.500 metros.
El aparato se utiliza para estudiar los ecosistemas de aguas profundas y los cambios en el fondo del mar causados por los terremotos y la actividad volcánica.
El submarino tripulado chino Jiaolong bajó en junio de 2012 a los 7.062 metros de profundidad en la fosa de las Marianas, en el Pacífico.
Japón lanzó en 2013 tres submarinos no tripulados, Edokko-1, dos de los cuales se sumergieron durante las pruebas a los 7.800 metros; sin embargo, son diseñados para trabajar a los 4.000 metros como promedio.