El dueño de la granja, Bayrambek Rajímov, fue obsequiado por un zoológico ruso con la cachorra de león cuando esta tenía tan solo seis meses. En una entrevista con RT sostiene que, si con el paso del tiempo predominan los instintos salvajes de la leona, está dispuesto a establecer un zoo dentro del territorio de la granja.
"No pretendemos convertir a la leona en un perro pastor", asegura Rajímov. El animal siempre está acompañado por un hombre que está advertido del peligro de gesticular con brusquedad frente al felino.