"No me quedan ganas de vivir", señaló en declaraciones a Radio Vorterix.
La líder de la organización barrial contó que estuvo "muy bajoneada, llorando mucho y queriendo atentar contra" su vida al estar atravesando un período "muy duro".
"Si me han destruido todo, ¿qué ganas me quedan por vivir?", insistió la dirigente social.
Sala acusó a las autoridades provinciales de dañarla psicológicamente y de perjudicar a su familia, e insistió en que las condiciones de su detención no son las que mostró el Gobierno provincial con la publicación de unas fotos de su celda.
La Justicia jujeña investiga a la dirigente de la Tupac Amaru por una decena de causas en la que también está acusada de fraude a la administración pública, asociación ilícita y extorsión.
Uno de los procesos judiciales principales investiga si Sala se quedó con 29 millones de pesos (2,1 millones de dólares) destinados a la obra pública.