"Los minicópteros prácticamente no hacen ruido y se manejan con facilidad. Son relativamente baratos y por lo tanto pueden ser reemplazados rápidamente cuando están averiados. Estas son sus principales ventajas", dijo el representante de la compañía.
Anteriormente, algunos medios rusos habían informado de la creación de un dron de monitoreo desechable llamado Glaz —'ojo' en ruso—, que pesa solo 300 gramos.
Glaz es capaz de transmitir una señal de vídeo en directo desde la zona de observación, por ejemplo, una zona de combate, el epicentro de un desastre natural o de una catástrofe tecnológica. No se necesita experiencia ni una gran infraestructura para lanzar o manejar el nuevo dron, y el sistema permite emitir una señal de vídeo hasta una altura de 250 metros.
Lea también: El dron universal ruso Fregat pasa las pruebas
Izhmash también ha diseñado el convertiplano —un dron con motores y rotores basculantes— Granat-5 para los comandos rusos, pensado para realizar tareas de reconocimiento de las costas antes de que se produzca una operación de desembarco.
El aparato, de siete kilogramos, tiene la capacidad de desplazarse a la misma velocidad que un avión y, además, despegar verticalmente. El convertiplano puede ser también lanzado manualmente y es capaz de transportar una carga útil de hasta un kilogramo.