Los ejes temáticos de la reunión son "prosperidad compartida e incluyente, nuevas áreas de oportunidad, seguridad ciudadana, y asuntos regionales y globales", tales como la lucha contra el cambio climático, informó la presidencia mexicana al ofrecer la agenda de la cita.
Los asuntos regionales de la agenda de América del Norte, como las estrategias contra el cambio climático con la producción de energías limpias, han estado rodeados por la coyuntura del reciente referéndum sobre el Brexit, que dio luz verde a la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
La reunión de hora y media en la Galería Nacional de la capital canadiense, es el último de Obama como jefe de la Casa Blanca, y el primero de la era del liberal Trudeau, que ha descongelado la relación con México, tras de seis años de desinterés e incluso escepticismo hacia la alianza norteamericana del anterior Gobierno conservador canadiense.
La sombra del Brexit
No solo el Brexit ha creado un clima de incertidumbre alrededor de la Cumbre, sino que el candidato republicano a la presidencia de EEUU, Donald Trump, ha calificado la víspera al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) como el "peor pacto comercial en la historia".
El Gobierno de Obama ha tenido que reaccionar al ataque: "Los países de Norteamérica han buscado una estrategia diferente (al mercado de la UE), que ha funcionado bien para nosotros", dijo en vísperas de la Cumbre el portavoz de la Casa Blanca, John Ernest.
Esa estrategia de libre mercado norteamericano vigente desde 1994 "ha reforzado las economías de todos nuestros países, ha reforzado la seguridad nacional de todos nosotros, y ciertamente ha hecho de Norteamérica la región más exitosa del mundo", dijo Ernest, horas antes de la reunión de mandatarios en Ottawa.
El objetivo de la Cumbre es "intensificar aún más nuestros esfuerzos de cooperar, a pesar de que vemos que ha aumentado la volatilidad en los mercados financieros globales", tras el referendo del jueves pasado en el Reino Unido, dijo el portavoz de Obama.
Los líderes de Canadá y México han enviado un mensaje a la Cumbre en una vista de Estado previa del líder latinoamericano, la primera de un líder mexicano en quince años: acordaron eliminar el requisito de visas a mexicanos y autorizar la importación de productos cárnicos a México.
EEUU y México: Comercio y narcotráfico
Los presidentes Enrique Peña, de México, y Barack Obama, de EEUU, conversaron sobre la necesidad de trabajar juntos en el combate al narcotráfico y el comercio.
Peña dijo además a periodistas mexicanos en la capital canadiense, tras el encuentro, que había "aceptado una invitación de Obama para visitar EEUU", publicó el corresponsal del diario mexicano Excélsior enviado a la gira.
México es destinatario de ayuda estadounidense del Plan Mérida, una estrategia contra el narcotráfico, similar al Plan Colombia, pero que en años recientes ha sido reorientado a frenar la migración latinoamericana hacia EEUU a través de territorio mexicano.
El comercio de México y EEUU es el otro eje del encuentro, que ha sido incentivado por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, vigente desde 1994, que los presidentes buscan relanzar.
El intercambio actual asciende a 550.000 millones de dólares anuales, sobre todo manufacturas de fábricas ensambladoras, que han migrado a enclaves del norte mexicano, donde emplean mano de obra con el salario mínimo más bajo del continente, de 120 dólares al mes.
Después de la breve reunión bilateral de Peña y Obama, Trudeau se sumó para una cita de un par de horas, de acuerdo con la agenda programada.
En una pausa cultura, los mandatarios acuden a apreciar allí una exposición del pintor y muralista, Rufino Tamayo, artista inspirado por la colorida cultura mestiza mexicana, originario de Oaxaca, un estado indígena del sur de México, enclave del magisterio disidente que mantiene un pulso con el Gobierno contra una reforma educativa.