Nadie como los propios afectados para expresar mejor las graves consecuencias del Brexit, que, en palabras de la publicación, puede llevar a la desintegración de la UE, lo cual sería "un desastre geopolítico para Washington".
Mientras la maquinaria mundial de propaganda, de derecha y de izquierda, se ha puesto en movimiento para describir las plagas que caerán sobre la Tierra tras el muy comprensible NO del exhausto pueblo británico a continuar en la Unión Europea, tras años de recesión y crisis, es necesario hurgar un poco más profundo, para comprender las consecuencias que tendrá el Brexit en América Latina y los países en desarrollo.
Con poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU y un papel clave en el FMI, el Banco Mundial y la OTAN, el Reino Unido ha sido el fiel soldado de Estados Unidos dentro de la UE. Por eso, el diario neoyorquino concluye que ahora los funcionarios de Washington tienen que buscar "una forma de reemplazar a su socio más confiable en las capitales europeas".
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Tony Blair devolvió el favor en 2003, al mentir sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak, para justificar la invasión de ese país. Y fue la punta de lanza de la campaña militar contra Libia y el asesinato de Gaddafi en 2011, y acompañó a su socio del Pentágono en Afganistán en 2001, manteniendo una ocupación de 13 años, y se sumó, en fin, a cuanta campaña militar emprendió Estados Unidos.
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España verá reforzadas sus pretensiones para recuperar el peñón de Gibraltar, un pedazo de tierra ibérica que sigue siendo, de manera inadmisible, posesión británica, en pleno siglo XXI.
Preocupados están los kelpers de las Malvinas, que Thatcher se empeñó en mantener bajo su dominio con una sangrienta guerra que dejó 650 muertos argentinos, y donde la OTAN estableció la base militar más poderosa en el Atlántico Sur: el 95% de las exportaciones pesqueras de las Malvinas, que constituyen el 60% de su PIB, va a países europeos, y eso sin contar los jugosos subsidios de la UE.
Cuando los misiles atlánticos llegan a las puertas de Rusia, y las protestas de Rusia por ese avance agresivo son desestimadas, el Brexit debilita uno de los pilares de esa ofensiva.
¿Qué pasará con el ejército inglés, si los escoceses salen? ¿Qué pasará con las bases de los misiles nucleares Trident en Escocia? ¿Y con el MI-6 y la inteligencia británica? En sus palabras rebuscadas, el NYT lo reconoce: "La pérdida de la fuerte voz británica en Europa llega en un momento muy malo: cuando los EEUU y sus aliados discuten cómo manejar una Rusia revanchista y revigorizar la OTAN".
¿Qué pasará con la City, cumbre de las finanzas mundiales? Ya se sabe que el capital no tiene patria y que se alista para huir despavorido y desembarcar en otras plazas al olfatear el peligro.
Un analista argentino escribió en el diario Clarín de Buenos Aires que estamos ante un "cisne negro", la expresión del egipcio Nassim Taleb, para explicar el alto impacto de eventos extraordinarios por fuera de las expectativas normales. Si bien todos los cambios súbitos provocan temor, estremecimiento y sufrimientos, el derrumbe de la 'Pax Americana' no es un motivo de llanto para América Latina y los países que han sufrido las invasiones, las sanciones, el espionaje y los chantajes financieros del Reino Unido y de su patrón.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK
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