Ulla Jelpke, diputada del grupo La Izquierda —partido con presencia en el Bundestag— visita frecuentemente Turquía, así como Siria e Irak, desde hace más de 25 años. En varias ocasiones ha sido testigo de masacres contra los kurdos en el país otomano, en particular a inicios de los años noventa.
"No entendemos por qué el gobierno de Alemania está callando ante aquellos crímenes. Creemos que los asesinatos masivos de civiles residentes en Turquía no son otra cosa que crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad. Tanto el mismo Erdogan como sus cómplices deben ser llevados ante la justicia", afirmó Jelpke.
La diputada del Bundestag opina que a pesar de tener en cuenta los "estrechos vínculos" entre Alemania y Turquía, ya sea en el campo económico o en relación con la crisis inmigratoria, no se puede "callar" ante una situación tan grave.
"Espero que la Fiscalía general, al menos, emprenda una investigación criminal, siempre que reunamos suficientes pruebas documentales, como testimonios y vídeos", aseveró la política.
A diferencia de la demanda anterior, la actual apunta al ex primer ministro otomano, Ahmet Davutoglu, y a otros ex miembros del gabinete que ya carecen de inmunidad, así como a militares turcos, destacó la parlamentaria.
La diputada aboga por que Erdogan y sus aliados sean llevados ante la justicia alemana, ya que actualmente no cabe la posibilidad de que se inicien este tipo de procesos penales en Turquía. Jelpke hizo también referencia a los informes de Amnistía Internacional y Human Rights Watch que denuncian múltiples irregularidades en el proceso de investigación sobre los abusos contra los civiles por parte de la justicia turca, como la "desaparición de documentos y pruebas" o la retirada de cargos penales contra los acusados.
La última iniciativa del mandatario otomano es un proyecto de ley que contemple la inmunidad para las unidades terroristas, incluyendo las fuerzas de seguridad. "De modo que estos no puedan ser llevados ante un tribunal en sus acciones en la lucha contra los terroristas, además que el pueblo kurdo entero de Turquía es siempre tachado de terrorista", ha destacado la interlocutora de Sputnik.
En la petición, de 200 páginas, los políticos y militares turcos son acusados de estar implicados en crímenes perpetrados en las regiones kurdas de Turquía, en particular, en la ciudad de Cizre, en la provincia de Sirnak. Uno de los puntos principales de la misiva tiene que ver con la muerte de 178 personas quemadas vivas en un sótano, donde se escondían de la artillería y los tanques.