El papa Francisco recordó que la doctrina eclesiástica prohíbe discriminar a los homosexuales y que estos deberían ser tratados con respeto, informa Infobae.
"Creo que la Iglesia no (…) solo debe pedir perdón a las personas gais que ha ofendido, sino también a los pobres, a las mujeres explotadas, a los niños explotados en el trabajo, debe pedir perdón por haber bendecido muchas armas", recalcó.
"Los cristianos deben disculparse" todo el tiempo, sentenció.
A este respecto, el papa Francisco también repitió —aunque formulada de una forma un tanto distinta— su famosa frase: "¿Quién soy yo para juzgar?", que ya expresó en 2013 tras su elección como máximo mandatario de la Iglesia católica.
"Una persona que vive esa condición, que tiene buena voluntad, que busca a Dios, ¿quiénes somos nosotros para juzgarla?", se preguntó.