Además el parlamentario subrayó que la situación empeoró durante los últimos años tanto en Europa como en el resto del mundo, y estos cambios tendrían un carácter mucho más trágico si no fuera por la actitud de Rusia.
"Crimea podría haberse convertido en objeto de una operación represiva más, de consecuencias muy graves para toda Europa, los terroristas se sentirían a sus anchas no solo en el este de Siria, sino también en sus regiones centrales y en Damasco, incluso avanzarían en dirección a Occidente", subrayó Narishkin al intervenir en la última reunión plenaria de la Duma de sexta legislatura.
La glorificación oficial de la política pronazi en Ucrania y la connivencia con que lo mira la Unión Europea prueban que se produjo una deformación de la moral y eso no puede ser silenciado.
También reveló que un grupo de trabajo de la Duma de Estado está analizando las actas legislativas que aprueba el Parlamento de Ucrania, detectando "peligrosas deformaciones tanto en esta actividad como en la conciencia de la mayoría de los diputados ucranianos".
"Son consecuencias del cambio anticonstitucional del poder que se produjo en Ucrania", resumió.
En abril de 2014, Kiev lanzó una operación en las provincias orientales de Donetsk y Lugansk para ahogar los focos de indignación por el cambio de poder violento ocurrido en el país en febrero de ese mismo año.
Según datos de ONU, el conflicto ya segó unas 9.400 vidas.