El histórico referendo sobre la salida del Reino Unido de la UE se celebró el 23 de junio, según datos oficiales a favor votaron el 51,9 por ciento de los británicos y en contra el 48 por ciento, Escocia, Irlanda del Norte y Londres optaron por seguir en la UE, mientras Inglaterra y Gales prefirieron abandonarla.
"La decisión de Gran Bretaña de salir de la Unión Europea aumenta seriamente el riesgo de una crisis constitucional, lo más probable es que el Partido Nacional Escocés intente organizar una nueva votación sobre la independencia (…), por lo cual aumenta el riesgo del desmoronamiento del país", dijo Gerhard citado por IHS.
También señaló que el resultado obtenido creará probablemente dificultades políticas y jurídicas para Irlanda del Norte, en particular en materia de sus acuerdos con la República de Irlanda y de ayuda financiera que se recibía de la UE para el mantenimiento de la paz en la región.