El desenlace de esta crucial votación para el país definirá el futuro no solo del Reino Unido, sino también de toda Europa y la economía global. Cada uno de los escenarios elaborados por los funcionarios británicos prevé pérdidas financieras tanto para la economía nacional como para los hogares.
El segundo modelo prevé una serie de acuerdos comerciales bilaterales parecidos a los que existen entre la UE y Canadá —en consecuencia, en 2023, el PIB británico disminuirá en el 6,2%, resultando en que cada familia del país pierda 5.595 euros anuales—.
Según el tercer escenario, el Reino Unido puede seguir manteniendo relaciones comerciales de acuerdo con las regulaciones de la Organización Mundial del Comercio —algo a lo que recurren países como Rusia y Brasil—. En este caso, el PIB disminuirá en un 7,5%, por lo que los hogares británicos perderán 6.766 euros cada año. Además, el país se privará de 46.800 millones de euros de impuestos y 600.000 empleos.
Además, el sector financiero del país y las grandes empresas temen perder el acceso al mercado común de la UE, que cuenta con 500 millones de personas, algo que asestaría un duro golpe a la industria nacional automovilística, que actualmente exporta el 57% de su producción a los países miembros de la organización, según estima la Sociedad de Fabricantes y Comerciantes del Motor británica.
George Soros, multimillonario estadounidense, ha predicho el descenso de la libra en un 20%, una posibilidad notablemente más amenazadora que la del llamado Miércoles negro de 1992, cuando la divisa británica cayó un 15%.
La campaña 'Vote Leave', capitaneada por el exalcalde de Londres, Boris Johnson, ha criticado en varias ocasiones que "la burocracia europea incrementa los costes de bienes y servicios" en el Reino Unido —el país acaba pagando 455 millones de euros semanales a la UE en vez de "dar un mejor uso a este dinero en casa"—.
De esta manera, los partidarios del Brexit concluyen que la retirada del país de la UE podría dar un fuerte impulso y reforzar la colaboración con los países no miembros de la organización política.