Pero esta semana la UE se decidió a levantar la voz y declaró una ruptura de sus cadenas: la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, confirmó este miércoles la ambición del bloque de fortalecer su presencia en China al adoptar una nueva estrategia para sus relaciones con el gigante asiático durante los próximos cinco años.
El comunicado en sí del Servicio Europeo de Acción Exterior, dice así: "Se contemplan grandes oportunidades para una relación dinámica de la UE con China, sobre todo con el objeto de generar empleo y crecimiento en Europa, sin olvidar el fomento decidido de una mayor apertura del mercado chino a las empresas europeas".
El profesor de Economía Política del País Vasco, Joaquín Arriola, opina que "China es la novia deseada por todos: tanto para evitar el matrimonio, como el caso de EEUU que busca el aislamiento de China, como en el caso de Rusia, dado que la UE, siguiendo los dictados de EEUU ha decidido expulsarla hacia el Este, lo que ha provocado que el país eslavo busque una nueva alianza estretégica con China".
Ahora, sostiene Arriola, la UE se encuentra en una situación de estancamiento de largo plazo, y a través de las expectativas de crecimiento fundamentales en la región asiática, busca establecer su propio vínculo con el principal impulsor de ese crecimiento que es China.
La viabilidad de este plan de la UE es bastante cuestionable, según Arriola. Entre otras cosas, porque una alianza estratégica debe contemplar todos los recursos: culturales, políticos y económicos. Y un elemento central de los recursos económicos es la energía. Que la UE insista en buscar la alianza con otro gran demandante global de energía como es China, obviando la existencia entremedio de un gran oferente de recursos energéticos como es Rusia, significa que algo está mal diseñado en la propuesta, apunta Joaquín Arriola.
En este sentido, en el 20º Foro Económico Internacional de San Petersburgo, el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció planes de crear una gran asociación euroasiática que incluiría a los países de la UEE integrada por Rusia, Armenia, Bielorrusia, Kazajstán y Kirguistán, así como a China, India, Pakistán e Irán, entre otros. El líder ruso destacó que el proyecto de una “gran Eurasia” estará abierto también a Europa.
El experto en política exterior ruso Serguéi Karagánov argumentó que este proyecto tiene grandes perspectivas dado el movimiento de China al oeste en el marco del cinturón económico de la Ruta de la Seda, su expansión económica en Europa, así como el movimiento de Rusia al este. Europa se encuentra ahora en una situación muy difícil, en una crisis, y necesita un proyecto a largo plazo que le dé un nuevo aliento, dice el experto.
Un vínculo UE – UEE – China, sería la tabla de salvación que el bloque europeo no encuentra en Occidente.