Argentina venció a Inglaterra 2 a 1 con dos goles de Maradona, el primer con la mano y el segundo con una histórica jugada que el relator uruguayo calificó, durante su igualmente épico relato, como "la jugada de todos los tiempos".
El "alcance emocional" al que refiere el relator tiene que ver con el conflicto armado que enfrentó a ambos países en 1982, cuando la dictadura que gobernaba Argentina invadió las islas Malvinas, territorio sobre el que reclama su soberanía, y fue derrotada por el ejército británico dos meses después.
La guerra y el mundial de fútbol
La guerra estaba muy presente todavía para los argentinos, por lo que la noticia de que su selección se iba a enfrentar a la inglesa en una instancia definitiva de una Copa del Mundo, le agregaba un componente muy especial al partido.
Por ello para Morales este partido es todavía más importante que la propia final que Argentina le ganaría a Alemania por 3 goles a 2 y con la que se consagraría Campeón del Mundo por segunda vez en su historia.
"El verdadero gran día de Argentina en el Mundial fue cuando le ganó a Inglaterra, más todavía que cuando le ganó a Alemania (…) el partido contra Inglaterra, para mí, tuvo más valor que la propia final", sostiene Morales.
Fiebre nacionalista en 10 segundos inmortales
El relator reconoce que los propios periodistas se dejaron arrastrar por el nacionalismo que rodeó al partido y no pudieron tomar distancia de la carga política que tenía el encuentro.
Si el segundo gol de Maradona a Inglaterra alcanzó ribetes épicos, el relato que Morales hizo de esa jugada estuvo a la altura, aun cuando el recuerdo que hoy tiene el periodista de esos 10 segundos inmortales esté más cercano a lo onírico que a lo real.
"Todo lo tengo como si fuese vivido en cámara lenta, no puedo recuperar en mi memoria la verdadera velocidad de los hechos: Diego avanza como si fuese una película ralentada, dentro de una aureola amarrilla, que es nada más que mi propia imaginación, y lo veo…por un lado es real como lo veo y por otro lado es ficción, porque el movimiento, como en los sueños —cuando uno sueña todo es más lento y quiere huir de alguien y no le dan las piernas—, esto es igual en lo que veía de Diego", recuerda.