El objetivo no era solo desacreditar a los partidos, en pleno auge independentista por la consulta soberanista del 9 de noviembre, sino para poder acusarlos de prevaricación.
"Nosotros estamos investigando cosas de Esquerra, pero son muy débiles, ésa es la verdad, ministro", explica el jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña al ministro en una de las múltiples conversaciones.
En este caso, el espiado era Oriol Junqueras, líder de ERC, y su hermano, Roger Junqueras.
"¿Lo de CESPA es endeble?", pregunta el ministro a De Alfonso.
"Es endeble", le responde: "A ver, hubo unos picos en la época del tripartito de subvenciones, pero ahora estamos haciendo una comparación por municipios, no por el global, y por municipios los que ha gobernado Esquerra no han tenido esos picos, los han tenido a lo mejor en los que gobernaba el PSC (Partido de los Socialistas de Cataluña), claro, ya es más difícil sacar una conclusión contra Esquerra", explica el jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña, ante la insistencia de Fernández Díaz.
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En las conversaciones también aparece el exconsejero catalán Felip Puig y el diputado Francesc Homs, a los que el ministro quiere acusar de prevaricación.
Rajoy lo sabe
"Me parece bien, pero eso es lógico, es una relación de Gobierno", le contesta el jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña.
"Yo se lo dije a él, es un hombre discreto donde los haya, por supuesto, su mano derecha no sabe lo que hace su mano izquierda, yo le conozco muy bien, de muchos años", insiste el ministro.
Sin embargo, el presidente del Gobierno en funciones aseguró este miércoles que no conocía que se hayan producido reuniones entre el Ministerio del Interior y la Oficina Antifraude de Cataluña.