"Hasta finales de 2019 no se planteará el retiro del submarino Dmitri Donskói, que permanecerá en servicio de la Armada y se utilizará para las pruebas de lanzamiento y vuelo del modernizado misil Bulavá, cuyo desarrollo realiza el Instituto de Tecnología Térmica de Moscú", afirmó una fuente del complejo de defensa ruso.
El submarino nuclear es el último representante del proyecto 941 Tiburón —Typhoon, según la clasificación de la OTAN— que queda en servicio de la Armada rusa. Son los submarinos más grandes de la historia: el Tiburón tiene 172 metros de largo y 23 de ancho. Cada uno de los seis de los que disponía la Armada soviética estaba armado con 20 misiles balísticos, torpedos y complejos antiaéreos.
El submarino Dmitri Donskói se utiliza para probar el Bulavá desde el momento de la creación de este misil, que sirve para equipar submarinos del proyecto modernizado Boréi-A. El misil, de 12 metros, lanza 10 bloques termonucleares guiados de manera individual a una distancia de 8.000 kilómetros.