Diputado alemán llama a poner fin a la demonización de Rusia

El comunicado del diputado de La Izquierda, que lleva por título "¡Pongamos fin a la demonización de Rusia!", señala que "las relaciones entre Alemania y Rusia, y entre la Unión Europea y Rusia, nunca habían sido tan malas desde 1945".

Gehrcke advierte del clima "de guerra fría", en el que "incluso la coalición de gobierno, al menos una parte de los socialdemócratas de este gobierno, está incómoda" y recuerda que "los expertos en Rusia de la CDU/CSU (conservadores) ya no se encuentran en este Parlamento o fueron expulsados", lo que, en su opinión, contribuye "no solo a que el tono entre Berlín y Moscú sea cada vez más agrio, sino a que se reconstruya una vieja imagen (de Rusia) como enemigo".

En este sentido, "lo que antes era simple anticomunismo hoy es sustituido por un igualmente simple complejo antirruso".

"Desde el concurso de Eurovisión hasta la expulsión de los atletas rusos de las Olimpíadas, un tono malicioso lo invade todo en los medios", apunta el diputado, que denuncia que los políticos socialdemócratas que han pedido restablecer puentes con Rusia han llegado a ser tachados de "traidores a la patria".

Gehrcke también se muestra alarmado por la reacción de políticos de Los Verdes como la diputada Marieluise Beck o la eurodiputada Rebecca Harms: "Como ocurrió con el debate sobre Ucrania, los políticos de Los Verdes no llaman a la distensión, sino que inflaman la retórica de confrontación de la OTAN".

Según el diputado izquierdista, la política de buena vecindad con Rusia tiene "en la población alemana y rusa un amplio apoyo", y son en realidad determinados políticos alemanes y europeos quienes promueven la división.

"Una agudización de la guerra fría comporta el peligro de que ésta se vuelva caliente", asegura al añadir que "no se puede excluir una confrontación entre la OTAN y EEUU contra Rusia", un peligro, concluye, "que tiene que reconocerse y al que hay que oponerse".