Catorce niños murieron al volcarse los botes en que estaban paseando por el lago.
"Durante las obras de socorrismo efectuadas el 19 de junio fueron encontrados los cuerpos de 14 muertos", señaló Emergencias y dio por concluido el trabajo de rescate.
Según la oficina de prensa de la compañía Rosturism, eran niños de 13 a 15 años, huérfanos en su mayoría.
El jefe de Gobierno de Carelia, Alexandr Judilainen, expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas y anunció que las autoridades de la república están preparadas para recibirlos y prestar toda la ayuda necesaria. Además, recibirán una ayuda material de un millón de rublos (más de 15.000 dólares).
Al lugar del siniestro salieron jueces de instrucción y criminalistas del aparato central del Comité de Investigación de Rusia.