"Llevamos 18 días sin obtener respuesta alguna frente a nuestras exigencias. Los pocos acuerdos pactados en esta minga, donde la palabra ha sido empeñada por funcionarios del Estado, ha sido incumplida, la paciencia se va colmando y cada día se conglomeran más mingueros decididos a hacer cumplir nuestros derechos, los cuales por ley de origen nos pertenecen", señala un comunicado de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC).
La medida fue adoptada por los indígenas del pueblo Awa y de la etnia Eperara Siapidara ante el anuncio de que el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, y el viceministro de Interior, Guillermo Rivera, estarán en la zona para dialogar con estas poblaciones sólo hasta el próximo martes.
El pasado 30 de mayo cerca de 90.000 campesinos, indígenas y representantes de las comunidades afro del país comenzaron un paro pacífico indefinido en reclamo de acuerdos que el Gobierno no ha cumplido.
Entre estos acuerdos destacan la protección de derechos humanos, paz y garantías, políticas efectivas de sustitución de cultivos ilegales, adecuada y equitativa distribución de la tierra y mayor impulso a proyectos productivos, entre otros.
Tales acuerdos fueron pactados en 2013 y 2014, luego de que los sectores campesinos e indígenas de Colombia manifestaran sus reivindicaciones en dos huelgas.
Pero según las organizaciones el Gobierno todavía no ha cumplido con ninguna de sus promesas, mientras que la administración del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, señala lo contrario.
Aunque el paro fue levantado el pasado domingo, los Awa y los Siapidaras mantienen la resistencia, denominada "minga".

Asimismo, las demás organizaciones de la ONIC permanecen en asamblea permanente a la espera del cumplimiento de los acuerdos por parte del Gobierno.
De igual modo ratificaron que no descansarán en sus reclamos hasta obtener una respuesta por parte del Gobierno, al cual responsabilizan de lo que pueda pasar con sus comunidades debido a las presiones que para deshacer la manifestación ha adelantado el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la policía.
"Responsabilizamos al Gobierno Nacional de lo que pueda pasar con nuestras comunidades y pueblos Indígenas, dado que somos pueblos que estamos amparados por medidas cautelares proferidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos", señalaron.
Durante las movilizaciones y los cortes de ruta se registraron tres muertes y 149 heridos entre los manifestantes en el marco de enfrentamientos con las brigadas del Esmad.
Los integrantes del paro agrario incluso solicitaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que dictara medidas cautelares para proteger la vida de los manifestantes ante los constantes ataques de la policía y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos exigió a la justicia colombiana que aclare la muerte de los tres indígenas.
Los derechos fundamentales individuales y colectivos de los pueblos Awa y Siapidaras están sujetos a violaciones de naturaleza permanente, sistemática y generalizada, derivadas de infracciones constantes del Derecho Internacional Humanitario por todos los actores enfrentados en el conflicto armado colombiano.