Según Kuznetsov, no hay un mecanismo común para evaluar el nivel de seguridad cibernética mundial.
La situación depende de la legislación contra amenazas cibernéticas, los procedimientos y sistemas preventivos, y cuándo estos componentes "funcionan como un sistema único, es el 50 por ciento del éxito".
"Los países que cuentan con tales sistemas, como EEUU y Alemania, resisten los ataques más fácilmente y, por el contrario, en los países que no tienen esos sistemas las grandes empresas se ven obligadas a aumentar sus propios recursos para combatir eficazmente las amenazas", dijo.
Rusia en este sentido está "prácticamente desarmada o, mejor dicho, no armada", ya que la legislación rusa en materia de ciberdelincuencia es poco eficaz y "resulta casi imposible probar que un grupo organizado cometió un crimen", comentó.