Desde la llegada del Gobierno de Mauricio Macri al poder, a finales de 2015, el alza de los precios de los servicios públicos ha alcanzado cifras increíbles. Entre otros, el agua ha aumentado en un 500%, los peajes en un 400%, la electricidad en un 235%, el gas en un 200% y los alimentos en un 29%.
Gisela Bustos, abogada de la Cooperativa Metalúrgica 19 de Diciembre —una fábrica recuperada en el año 2002— participa en la lucha que lleva a cabo este tipo de empresas para hacer frente al aumento de tarifas.
Como la Cooperativa 19 de Diciembre, existen en Argentina 370 empresas recuperadas, que dan trabajo a más de 16.000 personas, y que se mantuvieron en pie tras la crisis de diciembre de 2001 gracias a la unidad de sus propios empleados, que a través de cooperativas de trabajo salvaron a estas compañías que, de otro modo, hubieran desaparecido. Además, hoy en día, estas empresas cumplen una función social muy importante, acogiendo escuelas primarias y secundarias, guarderías, estaciones de radio, centros culturales y deportivos, bibliotecas, etc.
Tras el aumento desorbitado de los precios de los servicios públicos, las compañías recuperadas argentinas se han enfrentado judicialmente con el Gobierno y han logrado, por ahora, "medidas parciales", más exactamente una reducción en el costo de la electricidad de un 50% por un plazo de 90 días, mientras que se encuentra una solución definitiva al problema.
En el caso de la 19 de Diciembre, la Justicia ha reconocido que el Estado debe sostener y fortalecer a las empresas recuperadas, que, además de ser económicamente viables, cumplen un rol fundamental en la sociedad, razón por la cual ha aceptado la medida cautelar para retrotraer las tarifas.
Esta medida es un buen precedente, que puede ayudar a las empresas recuperadas y cooperativas argentinas que han tramitado "acciones de amparo colectivas" que aún no han sido resueltas.
La abogada también ha subrayado que la coyuntura económica y política actual en Argentina amenaza a esta clase de empresas, que por esta razón están reunidas, intentando dejar sus diferencias de lado para unirse, defender sus cooperativas y luchar por sus derechos, "especialmente por el derecho a trabajar".
"El tema de la apertura de importaciones, la devaluación, el 'tarifazo', el aumento de los costos, la baja en el consumo. Todo eso va en perjuicio de nuestra continuidad, de la industria nacional en general. Y la industria nacional se resfría y las empresas recuperadas, en particular, tenemos neumonía".
Tras el apoyo recibido, el librero duda que el establecimiento vaya a desaparecer. "Este espacio ha crecido y ya no es solo mío. Este se ha convertido en un espacio del pueblo y esto es muy emocionante. Me gustaría formar una cooperativa, pero eso no se hace en un día", relata De Vita.
Pero, ¿por qué una de las librerías más famosas de Buenos Aires estuvo a punto de cerrar sus puertas? En palabras del propio fundador, tras seis meses de estar soportando perdidas, él y su familia se dieron cuenta que el cierre era la única salida posible. Según el librero, la situación económica ha afectado a todos, y la canasta de consumo y la calidad de vida de los argentinos han cambiado.
"Yo mismo me encuentro haciendo compras en el supermercado y contando dos y tres veces la guita que gasto. Hay cosas que se nos han ido del presupuesto completamente", ha apuntado.
Esta situación ha generado un crecimiento en el precio de los libros que, según los cálculos del propio De Vita, han aumentado casi en un 80% durante los últimos ocho meses. La razón es no solo la subida de los insumos, sino también la "ley del colchón". Para el empresario argentino, no importa si una editorial trabaja a nivel nacional o internacional, para ellos "es preferible tener un precio alto por si hay alguna eventualidad".
Hay fila para entrar a Adán BuenosAyres, la librería de la Av. Corrientes que cierra por la crisis y remata todo. pic.twitter.com/JoyxILIPQ8
— Agustina Larrea (@tinalarrea) 10 июня 2016 г.
Pero esta situación ha sacado a relucir "la voluntad de sostener los espacios culturales" del pueblo argentino. "Acá ha aparecido gente del teatro independiente que quería hacer sus performances en la calle, músicos que vinieron a tocar mientras vendíamos los libros, etc. Evidentemente la librería es vector de un descontento y ahora, en la medida que se hizo viral lo que pasaba, nosotros nos sumamos a un colectivo más grande", ha subrayado De Vita.
De esta manera, tanto Gisela Bustos como Daniel Estaban de Vita entienden que la situación no se solucionará de un día para otro.
Para la abogada, las empresas y cooperativas están "dispuestas a luchar en todos los terrenos" y, de no recibir respuesta en los niveles legales, administrativos y judiciales, no dudaran en mover la lucha a las calles. "Por eso estamos bregando para lograr una mayor unidad de conjunto de las empresas recuperadas del país, pero también llamando a otros sectores de la comunidad para defender juntos este tipo de experiencia", ha enfatizado Bustos.
De Vita, por su parte, también ve necesario la movilización general, que une a la gente de la cultura con las empresas recuperadas y con otros sectores. Y lacónicamente sentencia que "hay mucho para corregir en este país".
Pueden escuchar la versión completa de la entrevista realizada por el programa de radio de Sputnik GPS INTERNACIONAL en el siguiente enlace: Movimientos de economía popular y solidaria resurgen ante los “tarifazos” en Argentina