El tribunal también le ha impuesto una multa de 350,2 millones de yuanes (53,5 millones de dólares) y ordenado la confiscación de todos los bienes conseguidos de forma ilegal, muchos de ellos a través de sobornos por valor de 222 millones de yuanes (33 millones de dólares).
Entre otros delitos, padre e hijo aceptaron propiedades inmobiliarias de casi un centenar de millones de yuanes, según la Justicia china.
Zhou Bin, de 44 años, también cerró negocios ilegales que perturbaron el mercado, añade la sentencia.
Zhou Yongkang fue condenado en junio pasado a cadena perpetua por corrupción, abuso de poder y desvelar secretos de Estado en el mayor escándalo de la política china en décadas.
Ni Zhou, ni su esposa ni su hijo han apelado sus condenas.
Los expertos sostienen que la decisión de Zhou pudo deberse a un trato cerrado con la Justicia para obtener una sentencia menos lesiva para su esposa.
Su caída es juzgada por muchos analistas como fruto de las peleas internas en la cúpula del partido que siguieron a la caída de Bo Xilai, ex jefe del partido en Chongqing y alineado con Zhou.
Durante la investigación sobre Zhou, los inspectores anticorrupción fueron purgando a la mayor parte de sus socios políticos, amigos y familiares.
Zhou fue denominado por la prensa oficial como "el gran tigre", en alusión a la promesa del presidente chino, Xi Jinping, de que su campaña anticorrupción alcanzaría tanto a moscas como a tigres.