El espectrómetro magnético lanzado —único en su clase— fue creado por científicos de Rusia, Italia, Suecia y Alemania en el marco del programa ruso-italiano 'RIM'.
Con motivo del décimo aniversario del proyecto, la agencia entrevistó a Arcadi Galper, coordinador del programa conjunto por parte de Rusia, jefe del Instituto de Física del Espacio asociado a la Universidad Nacional de Investigaciones Nucleares (MEPhI) de Rusia.
¿Cuáles son los objetivos principales del proyecto Pamela?
El objetivo principal es investigar en la órbita terrestre los flujos de antipartículas —positrones y electrones- que forman parte de la radiación cósmica primaria.
Como se sabe, tales partículas se crean a través de varios procesos que tienen lugar en el Universo. Entre otras fuentes, es posible que la presencia de tales antipartículas pueda ser resultado de la aniquilación de la materia oscura.
No obstante, es muy importante entender la naturaleza de este fenómeno. ¿Por qué existe? Sabemos exactamente hoy que la materia oscura constituye un 25% de nuestro Universo.
El descubrimiento de su naturaleza y composición desempeña un papel importante en el entendimiento del origen y desarrollo del Universo.
¿Cómo fue organizada la búsqueda de las antipartículas?
Las investigaciones se llevaron a cabo con el espectrómetro magnético de alta precisión Pamela, instalado a bordo del satélite ruso en un contenedor hermético.
Durante las mediciones, el eje sensible de Pamela estuvo orientado hacia el cénit, lo que garantizaba la posibilidad de observar continuamente los rayos cósmicos mientras el satélite estuviera en órbita.
Por primera vez durante casi 10 años, pudimos estudiar con el mismo equipo los espectros energéticos de las antipartículas en el espacio cometiendo pocos errores metódicos y estadísticos.
¿Cómo son los resultados más importantes del trabajo hecho durante estos años?
A partir del 15 de junio de 2006, medimos continuamente las características de partículas cósmicas —electrones y positrones, protones y antiprotones, núcleos ligeros—.
Entendimos que esto puede estar vinculado con las partículas hipotéticas —conocidas como los WIMPs—, que supuestamente componen la materia oscura. Cuando se produce la colisión de los WIMPs, estos pueden aniquilarse, es decir, desaparecer, convirtiéndose en partículas conocidas: protones y antiprotones, electrones y positrones.
Durante las mediciones realizadas por el espectrómetro magnético Pamela, se puso de relieve que los WIMPs pueden también desintegrarse de modo independiente —sin chocarse-, convirtiéndose así en partículas conocidas.
Los científicos calificaron este fenómeno como el 'efecto anómalo de Pamela'.
Además del lanzamiento del mayor colisionador de hadrones en el mundo —Gran Colisionador de Hadrones, conocido por sus siglas en inglés LHC— en Suiza, la Sociedad Estadounidense de Física reconoció nuestra investigación como el evento científico más importante de 2008.
Por extraño que pueda parecer, el artículo del grupo de científicos participantes de nuestro proyecto estuvo durante casi un año en la redacción de la revista científica más antigua y prestigiosa del mundo, Nature.
Fue publicado en 2009. Nuestro artículo fue citado miles de veces en obras científicas. Es un resultado científico y técnico excepcional.
Posteriormente, los datos obtenidos en 2008 gracias al espectrómetro magnético Pamela fueron confirmados dos veces por los experimentos en el espacio con el telescopio espacial de rayos gamma Fermi (LAT) y el espectrómetro magnético AMS-02.
En lo que se refiere al satélite Resurs-DK1, fue retirado del servicio en febrero pasado al servir el triple de su vida útil. La investigación de las partículas de materia oscura la continúan hoy científicos del Instituto de Física Piotr Lébedev y de la Universidad Nacional de Investigaciones Nucleares (MEPhI) en el marco del proyecto 'Gamma-400'.