La inconformidad no solo se expresa respecto a las relaciones con Moscú, sino también respecto a la crisis migratoria y los problemas económicos.
El 89 por ciento de los griegos consideran que es más importante mantener fuertes relaciones económicas con Rusia que implementar una política exterior de sanciones.
En Hungría, Alemania, Italia, los indicadores de la mayoría son más discretos y oscilan entre un 54 por ciento en Italia y un 67 por ciento en Hungría.
En cambio, un 71 por ciento de los suecos aboga porque la UE presione más a Rusia.
Además, los sociólogos establecieron cuál era la mayor amenaza percibida por los europeos; de las ocho posibles variantes los encuestados eligieron las actividades del grupo terrorista Daesh (autoproclamado Estado Islámico, prohibido en Rusia y otros países) como el principal peligro para su seguridad.
Los que más temen a Daesh son los españoles, un 93 por ciento de los encuestados, y los franceses, el 91 por ciento.
Estos temores son compartidos en general por los habitantes de siete de los diez países participantes en la encuesta.
Respecto a los refugiados procedentes de Siria e Irak, los países de Europa muestran opiniones significativamente divergentes, siendo de especial preocupación para Polonia, Hungría, Grecia e Italia.
La encuesta abarcó a ciudadanos de los diez países que lideran en Europa por sus indicadores económicos y demográficos: Alemania, Gran Bretaña, Italia, España, Polonia, Holanda, Hungría, Grecia, Francia y Suecia.
Se trata de los países que aportan el 82 por ciento del PIB de la UE y a los que corresponde el 80 por ciento de la población del bloque.
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Fueron encuestados cerca de 11.500 personas entre el 4 de abril y el 12 de mayo.