Varios clientes habituales de Pulse confirmaron que Mateen había acudido al club desde 2013, había conversado con algunos de ellos y había tenido amigos entre los travestis que trabajaban allí.
"A veces se iba a una esquina a beber solo, otras veces se ponía tan borracho que se volvía ruidoso y agresivo", recordó un cliente de Pulse, Ty Smith.
Además, aseguró que había visto a Mateen dentro del local al menos una docena de veces.
"Nosotros realmente no hablábamos mucho con él, pero recuerdo que a veces decía cosas sobre su padre. Nos dijo que tenía esposa y un hijo", añadió Smith.
Además, Yusufiy compartió que, durante los cuatro meses que convivieron juntos, fue víctima de abusos físicos por parte del atacante.
"Empezó a abusarme físicamente, no me permitía hablar con mi familia, me tenía secuestrada de ellos", dijo la mujer. Añadió que, posteriormente, fue rescatada por su familia y se divorció de él.
El FBI —Buró Federal de Investigación— llevó a cabo una revisión exhaustiva de la actividad de Mateen en las redes sociales, donde él hacía comentarios sobre su vinculación a diferentes grupos terroristas. Ya fue investigado en el 2013 por declaraciones de esta naturaleza, pero los agentes no vislumbraron ningún peligro en el sujeto.