"Por mí tanto da. No tengo ninguna objeción, evidentemente no la tengo", dijo Temer en respuesta a una pregunta de un periodista durante la visita al Parque Olímpico Río 2016, citado por el diario Folha de S. Paulo.
El mandatario interino, que asumió el Gobierno el 12 de mayo cuando el Senado suspendió a Rousseff para iniciarle juicio político, acudió al Parque Olímpico situado en Barra da Tijuca en compañía del presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, y de ocho de sus ministros, informó la red O Globo.
Los Juegos, que se celebrarán entre el 5 y el 21 de mayo, son una posibilidad de unificar al país, dijo Temer.
"Lo que no podemos es tener brasileños disputando contra brasileños. Eso va en contra de la tradición sentimental de nuestro pueblo", que siempre ha tenido "una unidad muy grande", sostuvo Temer, citado por la Agencia Brasil.
El mandatario dijo no estar preocupado "ni mínimamente" por la posibilidad de que la votación final del Senado sobre la inhabilitación de Rousseff se lleve a cabo de manera simultánea a los Juegos.
"Brasil no vive en función de aquellos que lo dirigen, sino de su pueblo; y es en función del pueblo que estamos trabajando", añadió.
Rousseff había manifestado en una entrevista con CNN que le causaría mucha tristeza no poder asistir a la apertura de los Juegos para cuya organización su Gobierno se había empeñado a fondo.