Los graves disturbios aterrorizaron la ciudad francesa durante dos días. Los aficionados de las selecciones de Rusia e Inglaterra se enfrentaron por la ciudad. Como resultado unas 35 personas resultaron heridas.
Vitali Mutko, ministro de Deporte ruso, aseguró que la Unión de Fútbol de Rusia identificará y tomará medidas punitivas contra todos los participantes de las peleas.