El dispositivo de 12 kilos, fabricado en aluminio y titanio, se empleará en niños de hasta 14 años y dispone de baterías recargables que garantizan una autonomía de cinco horas, informa La Voz de Galicia.
"Nuestro modelo incluye articulaciones inteligentes que modifican la rigidez de forma automática y se adaptan a la sintomatología de cada niño en cada momento", añade Elena García, una de las investigadoras del Centro de Automática y Robótica, centro mixto del CSIC y la Universidad Politécnica de Madrid.
Además, la tecnología se utilizará tanto en hospitales como parte de la terapia, así como en la vida cotidiana, permitiendo a los pequeños aprender a caminar y, por lo tanto, mejorar su calidad de vida.
La Atrofia muscular espinal, que afecta a aproximadamente uno de cada 10.000 bebés en España, es una enfermedad neuromuscular que ataca las neuronas motoras y puede resultar en graves complicaciones como osteoporosis o escoliosis, disminuyendo significativamente la esperanza de vida de los que la padecen.