"Los eurócratas parecen no tener ni idea sobre la Defensa común, los terroristas viven puerta con puerta con los inconscientes belgas, la UE trata de resolver el problema de su 'quinta columna'… ¡Abriendo la frontera a Turquía!"
A diferencia de Europa y EEUU, dice el autor, para Rusia sus pilares básicos son el éxito, la victoria y la necesidad de oponerse al fascismo.
Donovan incluso recuerda en su artículo a Obama que aceptó la invitación de visitar Hiroshima —la ciudad sobre la que los estadounidenses lanzaron la bomba atómica al final de la Segunda Guerra Mundial—, pero en cambio se negó a participar en las celebraciones dedicadas al Día de la Victoria en Rusia.
Dice que mientras el presidente ruso cultiva la premisa del "nunca olvidaremos", Obama prefiere el "nunca recordar".
"Si el liberal Roosevelt pudo negociar con Joseph Stalin, si un conservador como Ronald Raegan pudo negociar con Mikhail Gorbachov, entonces cómo es posible que un político como Obama no pueda dialogar con Vladímir Putin?"
"Los rusos siguen llevando a los astronautas norteamericanos al espacio, mientras que el gobierno de EEUU mantiene las sanciones contra Moscú". Algo que, según su opinión, supone una muestra del carácter ruso contra la tibieza estadounidense.
Además, Donovan reitera en su artículo que la oposición de Rusia contra la expansión de la OTAN es "predecible y hasta 'entendible'".
Dado el caos permanente y la creciente presión proveniente desde el mundo islámico, son Rusia, China y EEUU los países que podrían ser un pilar lógico sobre el que crear un nuevo "gran trío de Aliados contemporáneos", además de añadir que "Rusia podría salvar de nuevo a Europa de sí misma, pero esta vez en el siglo XXI".