De acuerdo con el sondeo, un 49 por ciento de los encuestados opina que en los próximos 15 o 20 años Rusia logrará convertirse en una gran potencia, y un 26 por ciento declaró que el país ya es una de las grandes potencias mundiales.
Al mismo tiempo las opiniones sobre el objetivo de Rusia en el siglo XXI se dividieron: un 40 por ciento optó por "ser uno de los 10-15 países desarrollados económica y políticamente", y un 38 por ciento considera necesario "recuperar el estado de superpotencia que tuvo la URSS".
Desde el punto de vista de los encuestados, los obstáculos para que Rusia se vuelva una de las grandes potencias es el retraso económico, elegido por un 29 por ciento, igual que la resistencia de los países de Occidente, la falta de unidad nacional, marcada por un 15 por ciento, y la inestabilidad de la situación política en Rusia (un 15 por ciento).
La encuesta se realizó los días 4 y 5 de junio de 2016 en 130 localidades rusas con participación de 1.600 personas mayores de 18 años.