El despegue desde la base de Cabo Cañaveral (Florida) estaba programado para el jueves y fue pospuesto para el sábado.
El cohete debe poner en órbita "uno de los satélites espías más grandes del mundo" de la Oficina Nacional de Reconocimiento, una de las numerosas agencias de inteligencia del país.
El aparato, que inicialmente tenía que ser lanzado el 4 de junio, se destinará para realizar escuchas y recopilar datos de inteligencia.