El diplomático subrayó que Rusia "podría realizar un aporte sustancial al desarrollo del sector refinería del Kurdistán iraquí".
"Desgraciadamente hoy en día carecen de capacidades serias que les permitirían refinar los hidrocarburos que producen, y la materia prima, el crudo, se exporta a través de Turquía a terceros países mientras que el gas asociado se quema sin más", subrayó.
También apuntó a la posible cooperación en el sector agrícola.
"El Gobierno (de la región) presta gran atención para extender los cultivos para solucionar el problema de cómo alimentar a los refugiados y le interesan nuestras tecnologías y equipos agrícolas", explicó.
El diplomático subrayó que la autonomía kurda, con una población de cinco millones de personas acogió, según los datos de la ONU, 1,5 millones de refugiados.
"El gran número de refugiados que llegaron con la primera oleada… resultaron un peso insostenible para la economía de la región autónoma kurda", sostuvo.