Además, será virtualmente imposible de detectar en los radares, convirtiéndolo así en un destructor fantasma.
El proyecto 23560 Líder está siendo desarrollado por la Oficina de Diseños Severnoye, entre sus características más resaltantes está su capacidad de desplazar cerca de 18.000 toneladas de agua, alcanzar una velocidad de 30 nudos y permanecer en el mar hasta por 90 días sin apoyo alguno. Tendrá, además, un ancho de 20 metros, una longitud de 200 metros y será impulsado por una planta nuclear a bordo del acorazado.
El destructor Líder se convertirá de esta manera en el tercer buque nuclear del mundo, junto a las naves americanas USS Truxtun (DLGN-35) y USS Bainbridge (DLGN-25). Sin embargo, los diseñadores aseguran que la nave rusa será mucho mejor que sus análogos americanos.
Los destructores americanos actualmente pueden desplazar solo 10.000 toneladas de agua y su potencia de fuego, aunque considerable, está un poco desfasada en la actualidad. La Marina de los EEUU planeaba construir 10 nuevos destructores para el 2020, pero la falta de presupuesto ha reducido esa cifra a solo tres naves.
La construcción del primer destructor Líder está programada para el año en curso, y para el 2022 se espera que seis destructores atómicos hayan sido construidos y puestos al servicio de la Marina rusa, lo que le permitirá afianzar su poder naval en todo el globo.