Los chicos y chicas congregados querían homenajear a las víctimas del atentado que ayer mató a cuatro personas en una zona de restaurantes del centro comercial Sarona Market de Tel Aviv.
Rowi tiene 18 años y aspira a alcanzar el grado de comandante en una unidad de paracaidistas del Ejército israelí.
"No sé si hay solución a este conflicto (entre israelíes y palestinos), esperamos que sí", indicó a Sputnik Nóvosti.
Los jóvenes, que se preparan para ser soldados y que quizás sirvan en los territorios palestinos ocupados, cantaban canciones "de paz y amor" ante el lugar donde dos palestinos mataron a tiros anoche a dos mujeres de 39 y 32 años y dos hombres de 58 y 42 años, e hirieron a seis personas más.
La zona está repleta de restaurantes y tiendas.
Los autores del ataque, Mohamed y Jalid Muhamra, entraron en el restaurante Max Brenner, especializado en chocolate, pidieron dos brownies y poco después empezaron a disparar contra los clientes del local.
Los dos palestinos, de 21 años, primos y nacidos en Yatta, en el sur de Hebrón (Cisjordania), iban vestidos con trajes y corbatas negros y nadie hubiera dicho que se disponían a cometer una masacre.
En Max Brenner los camareros no hablaban hoy.
Una de las encargadas indicó que una orden policial les obligaba "a mantener silencio".
El establecimiento, donde se han depositado flores y velas, estaba repleto de clientes, entre ellos diversos políticos.
"Uno de los propósitos de los terroristas es intimidar a la gente, pero no nos podemos dejar aterrorizar, por eso estamos aquí", afirmó a Sputnik Nóvosti la diputada de la Unión Sionista Shelly Yachimovich, exlíder del Partido Laborista.
En el Sarona Market desayunó esta mañana el nuevo ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, e hicieron acto de presencia el presidente israelí, Reuven Rivlin, y el jefe de la Unión Sionista, Isaac Herzog, así como diputados de otros partidos.
Entre los clientes anónimos había habituales y personas que se desplazaron hasta allí de forma excepcional.
"Hemos pensado que hoy no habría ningún local tan seguro como éste", señaló Baruh, un ingeniero informático de Ramat Gan que dijo "desconocer la solución" al conflicto entre palestinos e israelíes.
"Teníamos planeado venir hoy aquí y hemos seguido adelante con la idea, nos quieren asustar, pero es importante demostrar que no tenemos miedo", explicó Victoria, residente en la ciudad de Beersheva.
Esta situación no tiene solución, tenemos que vivir con esto, siempre habrá fanáticos que cometerán ataques", añadió Victoria, favorable a "responder con mano dura a los ataques".