"Pasado el mes de agosto me someteré a una cuestión de confianza para dirimir si el Gobierno catalán tiene el apoyo necesario para seguir adelante con la hoja de ruta o si se deben convocar nuevas elecciones", anunció Puigdemont ante la cámara.
Puigdemont asegura que "no están dispuestos a seguir en el Gobierno a cualquier precio".
"Yo no tengo la necesidad de alargar innecesariamente el mandato", afirmó el presidente, tras admitir sentirse "contrariado" por la "deslealtad" de la CUP.
Puigdemont necesitará el apoyo de los 62 diputados de la coalición de Junts pel Sí (Juntos por el Sí) y el apoyo o la abstención de los diez de la CUP.
Junts pel Sí y la CUP llegaron a un acuerdo de investidura en el último momento para formar Gobierno tras las elecciones del 27 de septiembre del pasado año.
Ambas formaciones tienen un objetivo común: la independencia de Cataluña, pero muchas discrepancias en el terreno social y económico.