¿Cómo evitar los atascos?
Para evitar caer en una retención o bien convertirse en la razón de una, el presidente del país eslavo prefiere viajar en helicóptero. Durante años, Putin se ha decantado por este medio de transporte, mientras sus limusinas blindadas se llenaban de polvo en el garaje.
Vladímir Putin prefiere la tecnología 'made in Russia', razón por la cual vuela exclusivamente en los helicópteros Mi-8. A este respecto, la empresa 'Helicopters of Russia' ha decidido desarrollar una versión mejorada del Mi, especialmente adaptada a las necesidades del mandatario, revela el sitio web ruso Lenta.ru.

Un bosquejo de este helicóptero VIP le fue presentado hace ya unos años a Putin. Una vez terminado, el Mi presidencial contará con una cabina a prueba de sonido, asientos de cuero, un sistema de iluminación programable, televisión y toda clase de electrodomésticos: neveras, cafeteras, etc.
Durante el Salón Aeroespacial MAKS 2015, el líder ruso examinó un prototipo del helicóptero e incluso invitó al príncipe de los Emiratos Árabes Unidos a echarle una ojeada al nuevo 'juguete'. Podemos suponer que el helicóptero ruso no tiene nada que envidiarle a los lujosos medios de transporte del monarca árabe.
Recorriendo caminos con estilo
Cuando Putin se ve en la necesidad de viajar por tierra, tiene a su disposición el Mercedes-Benz S600 Pullman presidencial. El Servicio Federal de Seguridad de la Federación Rusa cuenta con 48 Mercedes-Benz S600, los más económicos con un costo de 6 millones de rublos (92.000 dólares) y cuatro de ellos, los más caros, con un valor de más de 60 millones de rublos (920.000 dólares).

Además de las limusinas, el presidente tiene a su disposición un servicio de minibuses que le permite viajar alrededor del país. Estos 'minivans' han sido también desarrollados especialmente para el servicio presidencial, poseen protección especial y pueden transportar entre ocho y diez personas.
El chofer del presidente
Convertirse en uno de los conductores del presidente ruso no es tarea fácil. Además de haber trabajado varios años en la división de operaciones del Servicio Federal de Seguridad, es necesario pasar muchos entrenamientos y pruebas físicas y psicológicas. Son mínimo siete años de prueba los que pasan antes de poder optar a este cargo.
El presidente Putin tiene poco más de 10 conductores. Todos son profesionales de altísima calidad, pero aun así deben entrenar como mínimo una vez a la semana. Sus entrenamientos consisten en el uso de armas forzado mientras se conduce y el manejo de vehículos en condiciones extremas: hielo, barreras de agua, explosiones.

Además, cada día de trabajo empieza con un chequeo médico, nuevas instrucciones y un análisis de los últimos accidentes en la capital del país.
Séquito presidencial
Un convoy acompaña al presidente no solo en Rusia, sino en sus viajes por todo el mundo. Para ello, es transportado en aviones 'Rossya'. En su visita a Viena en junio de 2014, por ejemplo, llevó consigo 27 coches, que fueron acompañados por 10 motocicletas de la policía local.
Por razones de seguridad, como es lógico, los coches presidenciales son iguales y viajan sin matrícula, con el fin de que no sean diferenciables a simple vista.
Nuevo automóvil con cada periodo presidencial
El proyecto 'Cortege' fue creado bajo orden gubernamental en 2013, con el fin de desarrollar una plataforma única de vehículos para el transporte de políticos y personas VIP. De esta manera, limusinas, sedanes y minibuses podrán ser usados por el presidente, pero también adquiridos por personas con los medios suficientes para hacerlo. Aunque, obviamente, los vehículos desarrollados para el mandatario ruso estarán siempre un paso por delante en materia de seguridad.
En el año 2020, se espera que unos 5.000 vehículos sean producidos bajo el proyecto Cortege, cuyo presupuesto en 2015 fue de 3.600 millones de rublos, a los que se sumaron en 2016 otros 3.700 millones.
Por aire y bajo tierra
La flotilla aérea del presidente cuenta con aviones Il-96-300 y Tu-214, a los que prontamente se unirá el Super Jet 100 Sujoi. Además, otro aeroplano funciona como punto de control aéreo, equipado con un sistema de comunicación especial, que permite al líder ruso manejar las fuerzas nucleares del país desde cualquier lugar del mundo.

Con dos yates, tres barcos, siete botes y un catamarán, Putin ha cubierto no solo el aire y la tierra, sino también el agua. Además, muchas organizaciones han ofrecido al presidente sus transportes, como por ejemplo la Sociedad Geográfica de Rusia, que lo llevó a inspeccionar un barco bizantino en el fondo del Mar Negro a bordo de un batiscafo especial.