Así comentó la información de que Alemania se prepara para publicar una nueva edición del llamado Libro Blanco, que determina la política de seguridad nacional, por primera vez desde 2006, y donde califica a Rusia como "rival" en vez de "socio" de la edición anterior.
Rusia "no quiere dividir el mundo en amigos y rivales" y "abogamos por cooperar con todos los que están preparados para hacerlo con igualdad de derechos, respeto, beneficio mutuo y compromiso", dijo Lavrov.
"Espero que el Gobierno de la coalición pese todos los pros y los contras y datos que de ningún modo pueden ser interpretados como lo que Rusia prepare una agresión contra la UE y la OTAN", subrayó.
Según Lavrov, la idea de calificar a Moscú de rival es "una anomalía y los autores del informe simplemente siguieron la tendencia de moda del mundo unipolar" de "demonizar a Rusia".