Kobler se refirió también a la iniciativa del fiscal del Tribunal Penal Internacional de iniciar las investigaciones de crímenes de guerra en Libia.
"Quiero expresar mi profunda preocupación respecto a las reiteradas violaciones del derecho humanitario internacional, algunas de las cuales pueden ser crímenes de guerra, que continúan cometiéndose en Bengazi", indicó.
"Según los informes recibidos, una de las manifestaciones fue atacada el 7 de mayo de 2016 en la plaza Kish, a consecuencia de lo cual murieron 6 civiles, entre ellos una mujer y un niño, y más de 30 personas resultaron heridas", recordó.
Además, indicó que "9 personas murieron el 23 de octubre de 2015, y más de 40 resultaron heridos en esa misma plaza y en circunstancias parecidas".
El enviado especial llamó a las partes del conflicto en Libia tomar medidas preventivas para garantizar la protección de la población y las propiedades de los civiles, y llevar a cabo la investigación de las acciones de los militares que violan las normas del derecho humanitario internacional.
Kobler también informó que sostuvo en mayo una reunión con la fiscal de la Corte Penal Internacional, Fata Bensuda, quien expresó la intención de ampliar el campo de investigaciones en Libia.
Desde entonces, en el escenario político libio se enfrentan las fuerzas liberales, apoyadas por el Ejército, y los partidos islámicos, respaldados por grupos de antiguos rebeldes.
Algunos territorios de Libia permanecen bajo el control de yihadistas vinculados con el grupo terrorista Estado Islámico (Daesh en árabe), proscrito en Rusia y otros países.
El 31 de marzo de 2016 en Libia inició su labor un ejecutivo de unidad nacional, formado con el apoyo de la ONU en un intento de acabar con la dualidad de poderes y contribuir a la solución de la profunda crisis que afecta la nación africana.