McCurry —uno de los fotógrafos más premiados del mundo— ya ha reconocido haber utilizado el programa de edición Photoshop para alterar algunas de sus imágenes pero ha añadido que se considera un "narrador visual".
"A pesar de que sentía que tenía el derecho de hacer todo lo que quisiera con mis propias imágenes en el sentido estético y compositivo, ahora me doy cuenta de lo confuso que podría ser para las personas que piensan que sigo siendo un reportero gráfico". McCurry añadió que iba a recurrir a la edición digital "lo mínimo posible", según informa Deutsche Welle.
El fotógrafo italiano Paolo Viglione destapó la polémica tras compartir en las redes sociales una foto publicada en el blog oficial de McCurry tomada en La Habana. En la imagen se podía ver que uno de los pies de un hombre aparecía borrado y reemplazado por una señal de tránsito de color amarillo, lo que evidenciaba que la instantánea había sido retocada digitalmente.
En abril, Gianmarco Maraviglia, director de la agencia de fotoperiodismo Echo, publicó en Facebook dos imágenes de McCurry —una que no había sido retocada con Photoshop y otra a la que le faltaban dos personas—.
"Lo que hizo con el Photoshop está totalmente fuera de los límites de profesión. En mi opinión, no se puede mover ni un solo píxel cuando se trata de una fotografía periodística", comentó Maraviglia al medio alemán.
A pesar de que el uso de Photoshop está aceptado para editar imágenes de algunos formatos o ajustar colores de manera ligera, la mayoría de las agencias de noticias prohíben la manipulación directa del material gráfico, considerando que es una práctica perjudicial para la imparcialidad de la noticia y el testimonio de la fotografía.
"Aunque queremos mantener un alto nivel de estetismo en nuestras fotografías, nuestra meta no es interpretar visualmente la noticia", afirmó un representante de la agencia Reuters citado por Deutsche Welle.